jueves, 11 de noviembre de 2010

Efecto fisiologico del Masaje.

1. Vasodilatación se va generalizando a nivel regional, produciendo un aumento de la sangre circulante,  aumentando el flujo sanguíneo al corazón, provocando una moderada taquicardia.

La vasodilatación y la hiperemia  van a originar un aumento de:
a) Las funciones propias de la piel.
b) Las funciones propias del músculo subyacente.
c) La transmisión de las sensaciones cutáneas al Sistema Nervioso Central, por el llamado “efecto de transducción” (efecto reflejo vegetativo), que pone en marcha los complejos efectos reflejos del masaje.

Sobre las funciones de la piel, el masaje va a originar:

• Liberación de histamina, que produce una vasodilatación capilar con enrojecimiento local y, posteriormente, regional.
• Mejora de la elasticidad y extensibilidad.
• Incremento de la transpiración (eliminación de líquidos).
• Aumento de la secreción sebácea y sudorípara al desobstruir los orificios excretores de salida y aumentar la acción protectora glandular.
• Absorción de cuerpos grasos, de ahí la utilidad de ciertos preparados utilizados en el masaje.
• Activación de la nutrición de las células dérmicas al mejorar la circulación superficial.
• Aumento de la temperatura local de 1 a 3 grados (normalmente 2), según la intensidad y tiempo de la actuación del estímulo mecánico.
• Mejora de la eliminación de sustancias de desecho acumuladas en la piel, así como de la descamación.
 
La manipulación ejercida sobre la piel (musculo) ocasiona una variación fundamentalmente en:

Tono.
Elasticidad.
Contractilidad.

Al aumentar el flujo sanguíneo muscular, el tono se reduce, aumentando la elasticidad y contractilidad. La vasodilatación e hiperemia consecuente con estos estímulos, originada por
similares mecanismos desencadenantes, ocasiona un aumento del nivel de saturación de oxígeno de sangre arterial, aumentando el contenido de hemoglobina y glóbulos rojos con la consiguiente respuesta de drenaje con salida de catabolitos procedentes de la contracción muscular (ácido pirúvico, ácido láctico, etc..). De esta forma, el músculo recupera su capacidad contráctil más rápidamente, aumenta la fuerza muscular, mejora la resistencia al trabajo muscular con disminución de la fatiga, actúa como descontracturante de la fibra muscular, disminuye la sensación dolorosa y se obtiene la relajación final. 
En resumen, el músculo recupera más rápidamente sus propiedades de elasticidad, contractilidad, volumen y fuerza.

De todas formas, deberemos tener en cuenta que estas acciones son variables según el tipo y la intensidad del masaje. Por tanto, hay que partir de las siguientes premisas antes de ejecutar un masaje:-Un masaje superficial (roce) tiene poco efecto sobre las masas musculares y su aparato vascular.
-Unas presiones profundas y bruscas perpendiculares a las fibras musculares actúan preferentemente como estimulantes del músculo aumentando su contractilidad.
-Un amasamiento lento, con presiones suaves y profundas, siguiendo la dirección de las fibras musculares, facilita la relajación.

Efectos sobre el músculo patológico
          
La mayoría de los efectos del masaje estudiados en músculos patológicos derivan de trabajos experimentales, realizados en el laboratorio y, la mayoría, hechos sobre animales de experimentación.

La sesión del masaje muscular, que se aproxime a los 8 ó 10 minutos sobre un músculo denervado, mejora su nutrición, a la vez que previene la formación de tejido fibroso. Como consecuencia, se retarda, aunque no se evita, la consecuente atrofia muscular.
Por el mismo proceso se retarda la aparición de la palidez muscular (típica del músculo denervado) y la formación de tejido adiposo intramuscular.

Por el contrario, una sesión de masaje del tipo que sea, no favorece el proceso de reinervación, no altera las condiciones circulatorias, no las mejora, así como no mejora la contractilidad muscular. 

    
El masaje tampoco aumenta el número de fibras ni la calidad de las mismas. El aumento de volumen es debido exclusivamente a la vasodilatación que sigue a las maniobras de masaje. El volumen y vasodilatación desaparecen rápidamente en el músculo denervado.

La circulación venosa y linfática en el músculo denervado se encuentran enlentecidas, observándose en algunos músculos un “encharcamiento” de las miofibrillas por estasis de líquidos tisulares. Otra cosa es la respuesta distalmente opuesta del músculo patológico no denervado. En el músculo miogelósico, el masaje dispersa los focos de miogelosis, retornándolo más flexible y reduciendo el componente doloroso.

En el músculo espástico y contracturado, doloroso, el masaje consigue reducir o anular la contractura y el espasmo. Subjetivamente, el paciente observa reducción del dolor y de la sensación de “acalambramiento”.

Efectos sobre las circulaciones:
• Sobre la circulación arterial: el efecto de las maniobras de masaje se traduce en un estímulo del flujo sanguíneo a nivel arteriolar y arterial. Esta aceleración circulatoria provoca los fenómenos de rubicundez de la zona tratada. Este rubor, por dilatación de los vasos periféricos, es más intenso cuanto más constante y profundo es el estímulo aplicado. El aumento del flujo arterial da lugar al enriquecimiento de oxígeno y sustancias nutricias con aumento del metabolismo local. Algunos afirman que una sesión larga y mantenida de masaje da lugar a un descenso (poco significativo) de la tensión arterial.

Sobre los capilares superficiales: el masaje, en especial si es superficial, actúa en un primer tiempo como vasoconstrictor para, inmediatamente, provocar una vasodilatación por dilatación de los capilares activos, y la activación y apertura de los capilares en reposo o de reserva.

Sobre la circulación venosa: actúa acelerando el flujo venoso, favoreciendo el retorno sanguíneo y, si el masaje se aplica en sentido centrípeto, aumentando la acción de las válvulas. Esta aceleración de la circulación venosa que se produce al efectuar el masaje supone un estimable efecto favorable en los trastornos venosos periféricos de la circulación de retorno. Al mejorar la circulación de retorno, se verá favorecida la salida de catabolitos de la zona tratada. Esta evacuación de residuos del trabajo muscular mejora las condiciones de recuperación del músculo.

• Sobre la circulación linfática: su efecto es similar al ejercido sobre la circulación venosa, favoreciendo el vaciamiento y, de esta forma, la reabsorción de líquidos y detritus tisulares y mejorando la estasis linfática. De este modo, el masaje linfático favorece la salida de materias tóxicas de desecho y partículas extrañas de la zona lesionada y edematizada. La dinamización de los capilares linfáticos es fundamental para el tratamiento de los linfedemas de las extremidades, y en los procesos en los que existe exceso de catabolitos a nivel muscular tras un esfuerzo severo (masaje de restauración post-competición). 

Efectos reflejos

Los efectos reflejos dependen de diversos factores, como el tipo de maniobras, la intensidad, el ritmo, la profundidad, la superficie de contacto y las características de las estructuras “contactadas”, la dirección y el estado de los tejidos. No obstante, en mayor o menor medida, todos los masajes tienen unos efectos directos (mecánicos) y suscitan unos efectos reflejos.

La búsqueda de efectos reflejos se basa en las excitaciones nerviosas que las maniobras provocan y su transmisión al Sistema Nervioso Central, de tal manera que inhiben los influjos nociceptivos a la vez que favorecen la secreción de neuromediadores (endorfinas y encefalinas).
Efectos psicológicos

Aquí se suman las acciones generales de analgesia, relajación y alivio de la ansiedad que genera el masaje a las del resto de condiciones idóneas para la aplicación del mismo: temperatura adecuada, charla agradable y ambiente relajado y, si es posible, una música suave y relajante. De esta forma, se crea un ambiente propicio para el efecto psicológico influya en la eficacia del masaje.

A este respecto, el terapeuta debería consultar algunos tratados de métodos de relajación. Si se obtiene una relajación adecuada del paciente, consiguiendo evadirlo de sus problemas cotidianos y trasladarlo temporalmente al mundo maravilloso del subconsciente, se obtendrán unos resultados sorprendentes, con unas técnicas adecuadamente realizadas (ver trabajos de Schultz, Lindemann, Caicedo y obras de Hata-Yoga).

En el deporte, el masaje es efectivo para mejorar el estado psicológico de los atletas. El masaje lento y sostenido les va a reducir la ansiedad. El masaje rápido y vigoroso va a rescatar al atleta de un estado de apatía. De esta forma, el masajista también podrá influir favorablemente sobre el atleta al situarlo en condiciones de mayor relajación y en condiciones óptimas de bienestar para competir.

Si bien los efectos tónicos y sedantes psíquicos están reconocidos no sólo en personas enfermas, sino también sanas, hemos de alertar a incautos, crédulos y también a ciertos “masajistas” que hablan o creen en los “poderes mágicos del masaje”.

Efectos bioquímicos

El efecto vascular (vasodilatador) se debe fundamentalmente a la liberación de histamina a nivel local.
El masaje profundo y agresivo (posiblemente por microtraumatismo) eleva las concentraciones séricas de mioglobulina, transaminasa oxalacética glutámica, cretininoquinasa y lactatodeshidrogenasa.

Después de un masaje de 20 minutos, se ha demostrado un aumento de las encefalinas y endorfinas en sangre. También se ha comprobado su efecto anticoagulante (reduce el riesgo de trombosis venosa) por liberación de sustancias que disminuyen la hiperviscosidad de la sangre, aumentando la velocidad de los hematíes y contrarrestando la estasis vascular. Al mejorar las circulaciones, facilita el intercambio de líquidos titulares, con lo que mejora la nutrición y metabolismo de los tejidos masajeados.

Efectos sobre el dolor

Al mejorar las circulaciones, facilitan el intercambio de líquidos tisulares con la mejora de la nutrición y el metabolismo de los tejidos masajeados.

Los procesos fisiológicos y respuestas bioquímicas, así como los cambios anatómicos influyen de manera importante en la supresión o disminución del espasmo muscular y el dolor. A ellos se suma y complementa el efecto psicológico.


Resumen de los efectos del masaje

1. Efectos mecánicos:

Fricciona los tejidos y los elastifica.
Bombea la circulación.
Estira los tejidos blandos.
Presiona sobre los planos duros (óseos y articulares).
Relaja las contracturas y tensión muscular.
Despega las cicatrices del interior de los tejidos.
Dilata la microcirculación y aumenta la circulación general arterial, venosa y linfática.
Descarga los catabolitos y productos de desecho de los tejidos.
Mejora la nutrición y el metabolismo de los tejidos.

2. Efectos reflejos:

Facilita la relajación.
Reduce el dolor.
Aumenta la microcirculación.
Equilibra el sistema nervioso autónomo.

3. Efectos psicológicos:
       
Relajación.
Sensación de bienestar.
Alivio del dolor.